Hoy 1 de enero, se cumplen 50 años de la victoria de la Revolución Cubana, frente al régimen dictatorial de Batista. Ayer, el diario Público editó un reportaje bastante imparcial y plural analizando, no solo lo que sucedió hace 50 años sino el resultado, con sus conquistas y miserias, del régimen de los hermanos Castro.
Yo conocí Cuba en pleno periodo especial y pude comprobar in situ, que las conquistas sociales de la Revolución (como educación y sanidad) eran una realidad para todos. Y como la ausencia de libertad y el control ferreo del Ejercito sobre la población también era una realidad generalizada.
Hay quien sigue creyendo que el modelo Cubano es la panacea del socialismo y que la ausencia de derechos fundamentales, son fruto de la época que le tocó vivir y de la defensa frente a los ataques del enemigo yanki. Y es que hay gente que creyéndose la vanguardia de lo que sea, siempre tiene excusas para justificar lo injustificable, y que mejor que buscar el enemigo exterior como coartada para reprimir a tu pueblo (ejemplos como la España de Franco, la RDA etc…, hemos tenido en la historia). También hay quien ve en Cuba con toda la hipocresía del mundo, como la presidenta Aguirre ha hecho en su discurso navideño, el referente de todos los males que representa la izquierda. Eso si, no tienen luego el menor decoro en visitar China y fotografiarse firmando acuerdos económicos, con los jerarcas del mayor gulag jamás habido en el mundo. Debe ser el realitivismo moral del que habla su Papa…
Yo creo sinceramente que la realidad cubana hay que analizarla en su verdadero contexto histórico y territorial. Hoy veo claramente, que Fidel Castro traicionó en su momento los ideales socializantes, democratizadores y anti-imperialistas del Movimiento 26 de Julio para caer de lleno en un régimen caudillista y totalitario que no supo o mejor dicho no quiso darle al pueblo la palabra para decidir su rumbo, quedándose bajo el control del comunismo soviético, en un contexto de enfrentamiento total entre bloques. Se puede decir, que muchos años después en Cuba, se volvió a dar el debate generado en la Revolución Rusa entre quienes como Lenin renunciaban a la libertad como garantía de victoria del socialismo, frente a quienes como Rosa Luxemburgo denunciaron que el socialismo sin libertad, no es socialismo. Ganaron otra vez los mismos ese debate.
A cambio, es cierto, se ha llevado a Cuba unas cuotas de igualdad y dignidad social destacables dentro de un entorno de miseria generalizado bajo el modelo capitalista dictado por los Estados Unidos. ¿Haití, República Dominicana, toda centroamérica…existen? ¿alguien se acuerda de su mortalidad infantil y de sus miserias?
En definitiva, estos 50 años de Cuba son el reflejo de la historia de la guerra fría y de una revolución, que tampoco hay que olvidar que ha sido referente y ejemplo para los oprimidos, de como existía una alternativa en América Latina frente a las oligarquías pro estadounidenses, que además de reprimir libertades, condenaban a la miseria y a la explotación a sus pueblos.
Pero todo esto, el contexto histórico y las conquistas sociales, aún siendo importantes, no pueden hacernos olvidar que Cuba sigue siendo a día de hoy y ya fuera de periodo de guerra fría una dictadura de partido único, donde la economía no está en manos de los cubanos como se dice, sino de un consorcio entre las multinacionales turísticas extranjeras y la jerarquía del Partido Comunista y donde además existen presos políticos. Y eso, hoy en pleno siglo XXI, desde un punto de vista de izquierdas es del todo intolerable.
Cuba debe iniciar urgéntemente un camino de transición hacia la democracia, pero no solo una apertura económica, sino instaurar sin renunciar al legado de quienes hicieron la Revolución un nuevo modelo que conjugue justicia, democracia y libertad. Es además, la mejor forma de combatir a quienes desde un asqueroso liberal-pinochetismo utilizan la falta de libertades formales en Cuba para justificar el capitalismo salvaje. No tienen fuerza moral para hablar de balseros quienes callan cuando mueren cada año cientos de mejicanos cruzando el Rio Grande para llegar a los EE.UU desde la capitalista república de Méjico, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del mundo, por poner uno solo de los millones de ejemplos existentes. Esas Nuevas Generaciones que ahora hacen campaña contra un símbolo histórico de la lucha contra la opresión, (con sus luces y sombras como todo en el mundo ¿acaso la victoria contra la barbarie nazi no se hizo masacrando de manera genocida al pueblo alemán bajo los innecesarios bombardeos aliados en Dresde por ejemplo?), como fué Ernesto Che Guevara, se parecen demasiado a otras viejas generaciones, espero que ya superadas…
En este 50 aniversario de la Revolución y de la entrada de los barbudos en La Habana, Cuba y los cubanos se merecen una nueva Revolución democrática y socialista, con elecciones libres y sin presos políticos. ¡Hasta la Victoria siempre!
PD: Me ha salido larga la entrada, pero es que el tema se lo merece…
Etiquetas: Cuba, dictadura, revolución